Artículo de Chlore-Loise Lloyd, de la plataforma de trabajo freelance twago.
La clave está en los detalles
El primer paso es elegir qué espacio de coworking te va mejor. No elijas un espacio sólo porque es el que está mas cerca o es el más barato. Recuerda que es el lugar donde necesitas trabajar y ser productivo, y para conseguirlo el espacio tiene que ser el más apropiado para ti. ¿Buscas un espacio específico para profesionales de tu sector? ¿Un lugar para gente creativa? ¿O quizá un espacio en el que también se organizan eventos?
Antes de ponerte a buscar, haz una lista de tus necesidades diarias habituales. ¿Vas a organizar reuniones, o vas a realizar a menudo llamadas importantes? Si es así, necesitarás un espacio que incluya salas de reuniones o salas de conferencia privadas.
Así que el primer paso para facilitar la transición desde casa hasta un espacio de coworking es conseguir que el lugar que encuentres sea el más adecuado para ti y para tus necesidades.
Invierte en un buen par de auriculares
Si estás acostumbrado a trabajar por tu cuenta, trasladarte a un espacio de coworking puede estar lleno de distracciones al principio, aunque, en realidad, no tantas como en una desordenada cocina de casa. Por eso, cuanto te traslades a un espacio de coworking, es probable que quieras invertir en un buen par de auriculares, ya que no estás acostumbrado al ruido de otras personas trabajando a tu alrededor, y te resultarán especialmente útiles cuando necesites finalizar un proyecto.
Sin embargo, recuerda no aislarte como norma habitual, ya que uno de los beneficios del coworking es la creación de redes y las oportunidades de socialización que ofrece.
Conoce a tus compañeros de coworking
Si estás acostumbrado a trabajar solo en casa, puede que al principio te resulte desalentador estar en un espacio con mucha gente, pero cuanto antes conozcas al resto de los miembros de la oficina, antes podrás relajarte, además de que puede resultar un poco raro presentarse cuando ya llevas tiempo trabajando en el mismo lugar que ellos. Sal a comer con otros coworkers o a tomarte un café, sus consejos pueden ser muy valiosos a la hora de captar clientes, al igual que sus opiniones cuando compartas tus ideas.
Lejos de casa
Probablemente una de las razones por las que te convertiste en freelance fue que querías pasar más tiempo haciendo las cosas que más te gustan, pasar tiempo con tus amigos, o con tu familia o dedicarte a cualquier otra afición. Puede que pienses que ahora que no vas a pasar tanto tiempo en casa, esas cosas van a ir quedando relegadas poco a poco. Pero no olvides que precisamente esa puede ser una motivación importante cuanto te trasladas a un espacio de coworking.
Al principio, puede que te distraigas fácilmente, pero si recuerdas todas esas cosas que tanto te gusta hacer fuera del trabajo, tendrás un motivo que te ayudará a concentrarte y acabar tu trabajo para poder ir antes a casa y disfrutar de un merecido descanso.
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Chloe-Louise Lloyd, de twago, plataforma global online donde los freelancers pueden encontrar trabajo. Está especialmente interesada en la industria freelance, concretamente en los profesionales del diseño gráfico.