¿Siempre es malo el ruido? “Un ruido de fondo moderado provoca distracción, la cual fomenta que las personas piensen a un nivel más alto y abstracto, y, consecuentemente, muestran una creatividad mayor –comparado tanto con bajos como con altos niveles de ruido”, escriben los autores de “Explorando los efectos del ruido ambiental en la cognición creativa”. Este estudio ha sido llevado a cabo por Ravi Mehta, Rui Zhu y Amar Cheema, y publicado en “Journal of Consumer Research”.
El objetivo era determinar si un nivel moderado de ruido ambiental (70 dB, equivalente a un automóvil en movimiento a una distancia de 10 metros o una televisión a un metro de distancia) aumentaba la creatividad de un individuo, comparado con un nivel de ruido bajo (50 dB, más o menos el nivel de una conversación normal a una distancia de un metro).
Para evaluar el desempeño creativo, se usó la prueba de medición “Remote Associates Test”, muy utilizada para “evaluar el pensamiento creativo tanto en psicología como en investigación de mercados”. El estudio comprendió cinco experimentos en los que se pedía a los participantes una lluvia de ideas en determinados escenarios. El ruido usado fue una combinación entre el ruido en una cafetería con múltiples conversaciones, tráfico de carretera, y ruido de construcción distante. Aunque no es exactamente el ruido que hay en un espacio de coworking, hay que destacar que no hay ningún estudio en relación al tipo de ruido, sino sencillamente a un nivel de ruido constante, medido en decibelios.
En cada estudio, concluyeron que con la exposición a niveles moderados de ruido, los participantes tenían mas probabilidades de llegar a soluciones creativas, y en un experimento cuya metodología permitió evaluar la creatividad, ideas más originales: “Mostramos que un nivel moderado (vs. bajo) de ruido ambiental provoca un proceso de disfluencia, que conduce a la cognición abstracta, y como consecuencia, aumenta la creatividad”.
Además, “(el tercer experimento) proporciona un apoyo crucial a nuestra teoría demostrando (…) que niveles moderados (vs. bajos) de ruido provocan mayores procesos de disfluencia, que provocan un nivel constructivo y de pensamiento abstracto superior, y por lo tanto, mejora tanto la originalidad como la pertinencia del pensamiento creativo”.
Sin embargo, existe un límite a partir del cual el ruido inhibe la creatividad. El estudio descubrió que los niveles altos de ruido (85 dB, equivalentes al ruido del tráfico en una vía importante a una distancia de 10 metros) impide la capacidad para procesar información y por tanto reduce la creatividad.
Curiosamente, la duración de exposición a niveles de ruido ambiente moderado (vs. bajo) no tuvo impacto en el nivel de creatividad: permanece constante a lo largo de los experimentos. Por el contrario, la agitación física de los niveles de ruido moderado –tales como la frecuencia cardiaca o la presión sanguínea- no se mantuvieron constantes a lo largo de los experimentos.
Es interesante también resaltar que los niveles de “distracción” –o la conciencia de los participantes del proceso de disfluencia- fue constante a lo largo de los experimentos, pero es precisamente este factor el que aumenta la productividad.
Esto puede darnos una idea de la razón por la cual los coworkers se quejan a menudo del “ruido” como una característica desagradable de su espacio de coworking, pero tienden a sentir que con la participación en un espacio, su trabajo ha mejorado en términos de productividad; y aunque el hecho de que la mejora de la creatividad juegue un papel en la satisfacción en el espacio de coworking está aún por estudiar, tampoco está fuera de los límites de lo posible.
Este es el primer estudio que examina los efectos de los niveles de ruido ambiental en la creatividad. Teóricamente, el estudio señala que el “ruido”, por definición, es un sonido no deseado. Pero se puede pensar de manera diferente. Este estudio es un paso adelante en el terreno de la optimización del espacio de trabajo. Demuestra que, para mejorar la creatividad y fomentar la innovación –dos habilidades deseables en la mayoría de los sectores- un espacio de trabajo debe evitar ser muy silencioso.
Sin duda, este estudio puede proporcionar algunas ideas sobre la efectividad de los espacios de coworking, que son a menudo más ruidosos que los lugares de trabajo tradicionales. Encontrar el equilibrio entre la calma y el ruido, por otro lado, sigue siendo un reto. Pero un punto de partida puede ser que los espacios de coworking cambien su retórica, y comiencen a hablar sobre el ambiente de su espacio en términos de “nivel de ruido” y “mejora de la creatividad”, en lugar de “volumen” y “distracción”.
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Descargar (PDF): ¿El ruido es siempre negativo? Explorando los Efectos del Ruido Ambiental en la Cognición Creativa.
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Este artículo fue traducido por Marta Santacana